Una pareja que se había comprometido en diciembre pasado tuvo que enfrentar la peor de las tragedias en su luna de miel en Sudáfrica. Jess Prinsloo, de 24 años, murió después de sufrir una reacción alérgica a los lácteos. La joven había sido cuidadosa con su condición durante años, pero al parecer, usó una cuchara equivocada al mezclar su té en casa de su madre, lo que le provocó una anafilaxia fatal.
Según informó The Sun, Craig McKinnon, de 24 años, quien le había propuesto matrimonio a Jess en diciembre, estaba en un estado de shock después de su trágica pérdida. Craig había llevado las cenizas de Jess a casa, después de que falleciera en el hospital al día siguiente de su reacción alérgica.
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La pareja se había conocido en la universidad en 2019 y se había mudado junta en 2021. Craig describió a Jess como una «chica hermosa» y dijo que siempre había sido muy cuidadosa con su condición. De hecho, él había evitado consumir lácteos durante tres años para no poner en riesgo su salud.
Sin embargo, según Craig, Jess había tenido un incidente anterior con un postre vegano que se suponía no tenía lácteos, pero que en realidad sí los tenía. En esa ocasión, necesitó antihistamínicos, un EpiPen y un viaje al hospital.
Después de su trágica muerte, la familia de Jess publicó una nota en su perfil de Facebook para confirmar la noticia y agradecer a todos los amigos que habían expresado sus condolencias. También se abrió una página en GoFundMe para ayudar a cubrir los gastos del funeral y las facturas médicas que Craig tuvo que pagar.
La tragedia ha sido un recordatorio de la importancia de tomar en serio las alergias alimentarias. Según la Fundación de Alergia y Asma de América, las alergias alimentarias son cada vez más comunes, afectando a 32 millones de estadounidenses, incluidos 5,6 millones de niños menores de 18 años. La organización destaca que la prevención y la gestión de las alergias alimentarias pueden ayudar a salvar vidas.
En este sentido, es importante ser conscientes de la gravedad de las alergias alimentarias y tomar medidas preventivas para evitar situaciones peligrosas. La organización recomienda llevar siempre un EpiPen, un autoinyector de epinefrina que puede ayudar a detener una reacción alérgica grave, así como leer cuidadosamente las etiquetas de los alimentos y hacer preguntas cuando se come en un restaurante.
La muerte de Jess Prinsloo es una trágica pérdida para su familia, amigos y su pareja Craig McKinnon. Su historia es un recordatorio de que las alergias alimentarias son una cuestión que debe tomarse en serio, y de que la educación y la prevención son claves para evitar futuras tragedias.